La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.(George Orwell)


BLOG DE PERIODISMO URGENTE



martes, 14 de diciembre de 2010

HAY TRABAJO, NO HAY DINERO

El Gobierno de mi país está dispuesto a prorrogar el estado de alarma, instaurado por primera vez desde que llegó la democracia a España, tras el parón insufrible de los controladores de vuelo. Supongo que en la práctica todos estamos de acuerdo. No queremos más escenas de aeropuertos llenos de gente amargada, protestando al vacío del espacio aéreo.

Es posible que dicha situación, con militares de por medio, incomode a más de un político al que "lo" militar sólo le suena a estado de excepción, pero creo que si para algo sirven los militares en época de paz es para ayudar en estas y otras tareas. Su vocación de servicio a la patria no sólo está para luchar por ahí fuera en guerras en las que no estamos todos muy de acuerdo.



Sea como fuere, creo que a muchos lectores no les suena tan grave lo de "estado de alarma" si se trata sencillamente de garantizar que estas navidades todos podamos viajar y encontrarnos con los nuestros sin más problema que el de coger aviones, coches, barcos o trenes. Y no les parecerá grave porque, en el fondo, no nos fiamos ni un pelo de los controladores u otros colectivos que aprovechando la tesitura puedan volver a amargarnos la vida con un parón similar.



Que no se nos llene la boca de democracia defendiendo los derechos de los trabajadores porque todos sabemos que algunas huelgas, parones, o como queramos llamarlo, son patadas que cada colectivo le da al gobierno de turno en el trasero de cada uno de nosotros. Y eso no es justo, ya no.



Dicho esto y como Omnia Possum está para decir alguna verdad que otra aunque duela, creo que los controladores tienen su verdad. No tienen derecho a quejarse con el dinero que ganan pero es cierto que falta personal, si no, no estarían haciendo tantas horas extra. Al final el problema es el de siempre: falta dinero para pagar personal, como en todas partes. Aena lo sabía, lo sabía el gobierno y lo sabían los controladores.



Y esa falta de personal les ha venido muy bien mientras cobraban muchas horas extras, porque son los mismos en número que cuando empezó a multiplicarse el volumen de vuelos que entran y salen del país hace quince años, hasta que no han podido más. Al final, a unos por codiciosos y a otros por poco previsores, les ha estallado el problema entre las manos y hemos llegado al esperpento: trabajan tantas horas extras que el propio Estado no puede pagarles más. Por eso, o dejan de trabajar o contratan más gente. ¿qué ha pasado?, ni lo uno ni lo otro, el desastre.



Por eso me alegro de que se mantenga el estado de alarma. No está la Navidad para más sustos y el gobierno hace bien en no fiarse porque no puede permitirse un nuevo escándalo como el del pasado puente de diciembre.



Y lo siento por los "descontrolados" que esta Navidad tienen que obedecer manu militari y cumplir sus turnos. Quisiera que esta medida de excepción fuera un aviso a navegantes para todos aquellos que están dispuestos a amargarnos el poco tiempo libre que nos queda, pero también es oportuno que la gente sepa que aquí ha pasado lo que pasa en muchos otros casos en España:



No es que haya paro porque no hay trabajo, claro que hay necesidad de cubrir puestos de trabajo. El problema es que no hay dinero para pagar sueldos a esos puestos de trabajo.