La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.(George Orwell)


BLOG DE PERIODISMO URGENTE



viernes, 21 de diciembre de 2012

DESP¡ERTA

     Hoy, 21 de diciembre de 2012 se cumple, según las cálculos mayas, un ciclo de la vida en la tierra que dará paso a una nueva época, a una era que, profecías aparte, parece inevitable para el hombre moderno. Es posible, sin embargo, que la crisis y la escasez de recursos nos esté llevando sin saberlo a un camino de esplendor, por una ruta que no podemos evitar, que nos atemoriza pero que nos hará mejores, más capaces de "poder con todo" (ése es el significado de OMNIA POSSUM) y con ése espíritu nació este blog en 2009.

Hoy también este sitio web cambia de ciclo, de pequeño ciclo: por fin supera las 11.000 entradas (gracias, lectores) y propone hablar de cosas nuevas, de lo que hay debajo de la verdad que se ve todos los días.

Por eso no es momento de escribir de política, ni de economía o de problemas sociales, sino de acercarnos al individuo, a su esencia, a su cuerpo y a su mente. Os invito a sentir la tierra que pisamos cada día, a sentir el Ahora, el momento, la sensación, la emoción. Os invito a correr descalzos por la tierra, por la hierba, por una playa o una montaña de invierno y llegar hasta la cima, a lo más alto, adonde el individuo no sabía que podía llegar con sus propias fuerzas. ¿Por qué esperar a que nos digan cuando llega una nueva era?, ¿por qué no empezar la nuestra, nuestro momento de cambio?

Omnia Possum estrena nueva etiqueta: DESP¡ERTA, dedicada al aspecto más desconocido de nuestra forma forma física, de nuestras relaciones personales o de nuestras emociones. Propondremos ejercicios divertidos y estrategias insospechadas para hacer de nosotros personas más seguras, más informadas, menos indolentes. Para mí es un reto, para vosotros sólo una invitación. Porque me hace ilusión renovarme, porque cambiar es lo más difícil y lo más sano.

jueves, 29 de noviembre de 2012

PÓLVORA SANITARIA

El conflicto sanitario que afecta a comunidades autónomas como la madrileña, especialmente  a los hospitales y centros de salud, ha sido siempre y en el fondo,  un asunto de compromiso.

Si los políticos del PP quieren que la gestión sea privada es porque la gestión pública sale más cara. ¿Por qué? Bien, ahora lo veremos pero seguro que todos tienen su razón:

El gestor público de lo público sabe que dispara con pólvora del rey y eso, a la larga, relaja su conducta y nos sale más caro a todos. Ése es el argumento del actual Gobierno de Madrid. Tiene su razón.

El gestor privado de lo público sabe que la administración estará más contenta cuanto más consiga ahorrar en gasto sanitario y eso supone que nos escatimen una radiografía. Ése es el argumento de la "marea blanca". También tiene su razón.

Pero ¿por qué el gestor público no puede hacerlo igual de bien que el privado? Quizá porque no está motivado. Porque va a cobrar lo mismo si le salen las cuentas como si no. El gestor privado sí tiene ese aliciente: cuanto mejor gestione, más gana por contrato. Por eso ahorra a toda costa en la pólvora sanitaria. Como si fuera suya.


Bien, he ahí el principio activo que mueve dos ideologías, la liberal y la social. Sin duda, la liberal acaba obteniendo beneficios y cuadrando cuentas pero no revierten en el ciudadano. Y de paso le demuestra a la social que cuando hay dinero por ganar, los números cuadran.

Pero en materia sanitaria pública creo que lo de menos son los beneficios. Basta con cuadrar las cuentas, que no es poco. Por eso, ¿no hay desde lo público una fórmula que incentive a su administrador para que no tenga que venir otro privado? Seguro que sí.

Como contribuyente, no me importaría recompensar de algún modo a los gestores sanitarios públicos, médicos, enfermeras/os y celadores, con tal de saber que si en consulta no me prescriben una resonancia no es por ahorrar costes sino porque realmente no la necesito.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Fiesta de difuntos

   
   La noche de Difuntos se ha convertido desde hace unos años en una fiesta anglosajona más que apuntar al calendario de celebraciones españolas. Máscaras, disfraces, sangre de bote y monstruos de la risa, corren por los portales de España como la pólvora. Y de la fiesta que tanto nos gusta hemos pasado a la macrofiesta como si de un fin de año se tratara.

Hemos dejado aparcado el respeto y recuerdo a los que nos faltan para convertirla en un desfile de zombies que aprovechan para beber alcohol y desmelenarse hasta el límite. Hasta ahí, todo bien o casi bien. Debemos aceptarlo porque no se puede evitar lo inevitable. Pero este año la tragedia ha ido mucho más allá del gamberrismo de los chavales que tiran huevos contra las casas y lanzan petardos a medianoche.



Este año hay que sumar varios muertos a la lista de los que recordamos en la madrugada del 1 de noviembre. Mientras escribo estas líneas varias familias lloran al menos a cuatro jóvenes que han muerto en el Telefónica Arena, víctimas de la fiesta llevada al éxtasis, al exceso de aforo o a la poca previsión de los organizadores.

Dimisiones políticas aparte, que siempre son oportunas, porque me recuerdan que siempre hay un último responsable, está claro que quien organizó la macrofiesta se ahorró todo lo que pudo en seguridad y personal: en sueldos, en dos palabras. Y esto irá a más porque la noche de difuntos es ya un clásico para consumir y que nos consuman.

Halloween ha dejado de ser un rato de ocio de niños que suben y bajan escaleras pidiendo chucherías por los portales para convertirse en un botellón más.

 

Es cierto que la crisis es motivo suficiente para olvidarse de ella por una noche y sacar los colmillos de plástico y las caretas de goma. Pero, ¿era necesario esa tragedia?, ¿es necesario salir a armar ruido y recorrer las calles ensuciando todo?, ¿es necesario celebrarlo hasta el límite de la consciencia a base de música infernal, pastillas y otras drogas?

 

Sin duda vivimos en un momento de tensión tan grande que cualquier excusa es buena para abrir la espita y soltar la presión que llevamos dentro. No podemos reprochárnoslo con la que está cayendo pero también es sano hacer una excursión de amigos por la montaña.

Si me dan a elegir entre truco o trato elijo trato: vosotros os divertís pero a cambio respetad mi tranquilidad, mi pueblo y mis calles. Quizá así el año que viene haya menos difuntos a los que recordar. ¿Hay paradoja semejante a la de morir celebrando una noche como esa?

miércoles, 25 de abril de 2012

Wert, a su terreno

"La intensidad de la propia transmisión de la educación en valores en el seno del núcleo familiar no puede sino resentirse del cambio en los roles familiares que la incorporación masiva de la mujer al trabajo fuera del hogar supone". 

Esta frase tan rebuscada y de estilo cuestionable viene a decir que nuestros hijos están cada vez peor educados porque la mujer ya no está en casa como antes. Lo malo de esto es que lo dice el actual ministro de Educación , José Ignacio Wert , en un libro titulado "Los españoles ante el cambio". Su tufillo nostálgico a la época del "Cuéntame" me desanima. O sea que la mujer, en casa, que si no luego los chavales salen como salen...

No creo que muchos miembros del gobierno piensen así, afortunadamente. Pero el espíritu de esa frase tan retorcida que parece querer ocultar (casi lo consigue) su mensaje, me recuerda a las sufragistas americanas que lucharon por lograr la mayoría de edad democrática en 1912. Entonces consiguieron ser casi iguales a los hombres, pero su lucha nació ya con la propia América, tal era su fuerza y sus ganas de ser tratadas igual que ellos, a principios del siglo XX. 

A nuestro ministro de Educación, 100 años después, en el siglo XXI, y con el que coincido en su visión sobre la cultura del esfuerzo, no me lo imaginaba añorando la melancólica imagen de una madre haciendo los deberes con sus hijos. No porque no esté de acuerdo con esa tierna foto, que la comparto, sino porque en dicha foto, la madre parece ser más imprescindible que los hijos o el padre.

Ministro, a estas alturas de la película, los deberes los hacemos papá y mamá, y ambos educamos en casa por igual y estará más con los niños quien pueda, no necesariamente ella. Hoy en día, no hay papeles definidos al respecto. Hay cosas que un hombre no puede hacer, porque  biológicamente es imposible pero más allá de la lactancia, creo que nosotros estamos preparados desde hace tiempo para ocupar ese lugar en su querida foto.

Ni la música ni la letra de lo dicho por Wert habrían gustado nada a Maude Malone la sufragista que interrumpía los mitines de la campañas electorales cantando con ironía el grito de guerra de los machistas sureños "Keep woman in her sphere" (La mujer, a su terreno).

Hoy termino este artículo con sus versos, porque no necesitan comentarios, sólo que alguien con  influencia en el mundo de la educación los lea:

"Tengo un vecino, uno de ésos de los que se encuentran tantos, que es un experto en debates y jamás cambia de opinión.
Le pregunté ¿Qué opina de los derechos de la mujer?
Y dijo con tono severo: sobre eso tengo las cosas muy claras:
-la mujer, a su terreno.
¿Que la mujer se quede en su terreno?
Muy bien, pero el país y el mundo entero también son su terreno"

 Letra: D. estabrook Música: Auld Lang Syne

jueves, 29 de marzo de 2012

Esta Huelga también es "una putada"

En septiembre de 2010, el líder de C.C.O.O. lamentaba tener que hacerle una huelga a los socialistas. Siete años tardaron en hacérsela. Entonces Fdez. Toxo dijo aquello de: "...esta huelga es una putada".
El PSOE tuvo su huelga y ahora le toca al PP. Al Gobierno de Zapatero se la hicieron por razones laborales de peso: los recortes y congelaciones salariales para demostrar a Europa que nos habíamos enterado ya de que había crisis. Al Partido Popular, se la hacen por si acaso. No han tardado ni 100 días en convocarla.


Es posible que las medidas de ajuste de la Reforma Laboral sean muy duras para los trabajadores. Estoy de acuerdo. También es posible que el mercado laboral empiece a reactivarse poco a poco. Es posible. ¿O negamos la mayor?. Yo le voy a dar un año para ver "brotes verdes". Se lo dimos a la exministra Salgado, ¿no?

Echo de menos nuevos mensajes sindicales:"Empléate a fondo" o "Renuévate"
Hay mucho que reprochar a los empresarios por aprovechar la tesitura para adelgazar sus plantillas, pero no soy empresario y desconozco los riesgos de empeñar mi patrimonio e incluso de pedir créditos para poder pagar indemnizaciones. Sólo tengo la experiencia de haber sido autónomo,  o sea, mi propio jefe y tiene tela.

Creo, igualmente, que los sindicatos tienen mucho que cambiar. Echo en falta nuevos mensajes que renueven el espíritu de sus afiliados y simpatizantes. Mensajes distintos a los de la revolución industrial, ¿se imaginan?: "Empléate a fondo, que no duden de tí". "Demuestra lo que vales". "Renuévate, cuanto más sabes, más vales".

No les oigo ni un consejo de estos. Nada sobre la necesidad de estimular el autoempleo, el valor del esfuerzo personal, perder el miedo a la movilidad, las ganas de emprender un negocio propio, el espíritu de cooperativismo entre varios trabajadores, las ganas de luchar "por", no "contra".


Al empresario le falta espíritu de joint venture, estamos muy lejos de ser una Start-up nation.

Estamos muy lejos de ser un país modelo de emprendedores como el Israel que narran Saúl Singer y Dan senor en su libro Start-up Nation, pero al menos podíamos incluir en el discurso de la crisis, la necesidad de mirarnos hacia dentro.

Podemos preguntarnos cuántos de nosotros ocupamos un poco de tiempo libre en mejorar, en aprender algún idioma, en interesarnos por ampliar conocimientos cercanos a nuestro sector. No sé, por si algún día el jefe ve que podemos dar más de nosotros mismos y nos incluye en la lista de promocionables, en vez de en la otra.

Gracias a los sindicatos por defender mis derechos y a la empresa por darme trabajo, pero para demostrar que lo merezco, hay cosas que debo mejorar de mí mismo.


jueves, 8 de marzo de 2012

ARTE ILEGAL

Está por todas partes. Es un cáncer asumido, permitido, alabado, a veces promovido y sobre todo, sufrido: es el arte ilegal por no llamarlo gamberrismo.
Es la evidencia de una educación que nos dieron y que seguimos dando. Me entristece cada día. Ya no me solivianto. Pero me duele ver esos trazos en los que hay rastros de una mano diestra pero digna de mejor causa.
En las paredes de mi casa, del colegio, del mercado, del ayuntamiento, del hospital, del juzgado, de la universidad, de una fábrica... y así hasta el infinito. Porque el cáncer del “graffiti” no se cura, sólo se previene.

Envuelto en  contracultura, desde poco antes de los años ochenta, los graffiteros inundan con su spray todo lo que quieren. No hay límites. Por tanto, no tenemos libertad para elegir dónde ver su obra. Nos la imponen. Siempre he pensado que la libertad no tiene dueño,  y si lo tiene no me gustaría conocerle.  La ley no se cumple contra ellos porque probablemente no exista.

Vivo en una ciudad moderna, cercana a Madrid, donde muchos lectores también lo sufren: Las Rozas es ejemplo de convivencia y eso es mérito de sus vecinos de su ayuntamiento que no puede contra la “metástasis grafítica”. “Arte ilegal” como les gusta llamarlo a los culpables. Porque son culpables, aunque no haya un juez que los condene. Ellos y los que no se ocuparon de educarles lo suficiente, los que no supieron encauzar su afición desmedida por la creación.

Sean o no artistas, antes que nada son mal educados. Como lo sería un actor interpretando su obra en mitad de un pleno municipal sin permiso; como lo sería un violinista que irrumpe tocando su instrumento en medio de un juicio por violación; como lo sería yo escribiendo estas líneas con rotulador negro en la primera página del Amadis de Gaula original.

El artista también puede ser una mala persona, un egoísta que ensucia las paredes. Me da tanta pena ver pintarrajeado el nuevo puente Puerta de Las Rozas que no he podido evitar dedicar esta columna al artista ilegal que ensució la base de su estructura. Ya es tarde para él. Nunca entenderá que lo que ha hecho es horrible para otro artista como él y si algún día lo entiende será tan tarde que otro encapuchado armado con un bote de color hará lo mismo, salvo que sus padres lo hayan educado. ¿Se imaginan qué bonito estaba ese puente de blanco? Prueben con el fotoshop. Usen la opción spray...







jueves, 23 de febrero de 2012

Acoso escolar ¿público o privado?

En estos últimos días he tenido noticia de dos casos de acoso escolar (ahora se llama mobbing, tanto da) que me han conmovido especialmente. Uno lo padeció una niña de nueve años, en un centro público de la Comunidad de Madrid. Después de las investigaciones pertinentes, la dirección del centro habló con los compañeros culpables de hostigar y marginar a la pequeña y notificó a sus padres la sanción correspondiente. Los acosadores tuvieron que asumir su castigo y que el resto de sus compañeros supieran de su conducta reprobable.

Es bueno que los alumnos de un centro sepan que no hay sitio para los que disfrutan haciendo sufrir a los demás, que no pueden ocultarse tras la máscara de la broma pesada. Porque los carnavales sólo son una vez al año. La familia de la niña estuvo a punto de plantearse la salida de la alumna del colegio público pero la rápida intervención de los educadores garantizó que a partir de ese momento las cosas volvieran a ser como antes del acoso.


El otro caso lo padeció un alumno de edad similar en un colegio privado. Los padres del menor tuvieron que conformarse con soportar el desplante de los niños acosadores, mas aún el de sus padres, que se negaban a aceptar que sus hijos hubieran acosado a la víctima y por si fuera poco la indolencia del centro educativo, como digo, privado.


¿Cómo es posible que ocurra esto?, fue mi primera pregunta al conocer sobre ambos casos. ¿Es que hay diferencia de trato ante el acoso entre un colegio público y otro privado?


Jamás tomaré estos casos como ejemplos validos para generalizar, pero alumnos, educadores, padres, y directores de colegio gratuitos o de pago deben tener en cuenta que el acoso escolar es intolerable siempre. Y que en el caso del colegio privado mucho me temo que pueden concurrir factores de empresa por encima de los puramente morales para evitar el escándalo.

Si en un centro privado se da un caso grave de acoso, los alumnos culpables deben ser sancionados si o si, aunque dicho caso debilite por unos días la buena imagen del colegio. Silenciar el mobbing escolar en beneficio de la fama de buen colegio es legitimar una práctica infame.



domingo, 22 de enero de 2012

TURISMO INTERIOR

 A pesar de la crisis, no voy a proponerles el turismo interior del alma. No, de momento. Estamos mal pero no tanto. Hay mucho por ver ahí fuera como para que gastemos nuestro tiempo libre en quedarnos todo el fin de semana meditando sobre el suelo con las piernas cruzadas haciendo aauuumm, como los yoguis.

Mi propuesta viene con la llegada de FITUR 2012 a Madrid y su amplia oferta ajustada a los tiempos que corren. Para muchos, para casi todos los que vivimos un poco lejos de una gran ciudad, hay mucho que ver incluso fuera de ella. Y además si el destino es barato y está cerca, mejor.

Quizá sea este el año para conocer sin vergüenza lo más cercano y que alguien de fuera no nos saque los colores por no conocer lo nuestro y preocuparnos por lo de fuera, algo, por otra parte, tipicamente español.
Sharing is loving (compartir es amar) decía hace un año un stand de promoción para animarnos a ir a unos bungalows compartidos entre familias en Nueva Zelanda. ¡Hombre!, hemos quedado que no nos iríamos tan lejos. Por eso propongo echar un ojo a nuestra zona, cada uno la suya, animar a consumir un poco en ella y disfrutar este seco invierno de los mesones, en mi caso castellanos, y casas rurales para dos o más familias.

Les pongo un ejemplo del oeste de Madrid, pero vale cualquier otro. La cuestión es visitar lugares tan cercanos e históricos que sólo con una crisis como ésta se nos ocurriría conocer. Lugares para perderse, pero no para perdérselos. Ahí va y que cada uno haga ahora su propia ruta, viva en Madrid, Sevilla, San Francisco, Londres o Moscú. Mi ruta anticrisis ha sido:

la senda de El Yelmo en San Martín de Valdeiglesias, la de la Dehesa de Navalquejigo de Fresnedillas de la Oliva, la Peña del Águila en Santa María de la Alameda y por supuesto las rutas que recorren los ríos Cofio, Alberche y Perales. Y si me apuran, haré turismo local “lejano”, llegándome hasta Cenicientos, donde los coruchos quizá me enseñen con orgullo la Iglesia gótica de San Esteban Protomártir, del siglo XV. Una joya declarada Bien de Interés Cultural, cuya existencia yo desconocía como tantas otras cosas que tenía cerca y cuya autoría aún investigan los historiadores de arte.

Una confidencia turística para los que me sigan: acérquense al presbiterio. Tiene una cubierta que sobresale por encima de la nave. Quédense en silencio. Respiren hondo. No cuesta dinero. Quién sabe, a lo mejor pueden empezar, ahora sí, su viaje de turismo interior. Auummmmm...