"La intensidad de la propia transmisión de la educación en valores en el seno del núcleo familiar no puede sino resentirse del cambio en los roles familiares que la incorporación masiva de la mujer al trabajo fuera del hogar supone".
Esta frase tan rebuscada y de estilo cuestionable viene a decir que nuestros hijos están cada vez peor educados porque la mujer ya no está en casa como antes. Lo malo de esto es que lo dice el actual ministro de Educación , José Ignacio Wert , en un libro titulado "Los españoles ante el cambio". Su tufillo nostálgico a la época del "Cuéntame" me desanima. O sea que la mujer, en casa, que si no luego los chavales salen como salen...
No creo que muchos miembros del gobierno piensen así, afortunadamente. Pero el espíritu de esa frase tan retorcida que parece querer ocultar (casi lo consigue) su mensaje, me recuerda a las sufragistas americanas que lucharon por lograr la mayoría de edad democrática en 1912. Entonces consiguieron ser casi iguales a los hombres, pero su lucha nació ya con la propia América, tal era su fuerza y sus ganas de ser tratadas igual que ellos, a principios del siglo XX.
A nuestro ministro de Educación, 100 años después, en el siglo XXI, y con el que coincido en su visión sobre la cultura del esfuerzo, no me lo imaginaba añorando la melancólica imagen de una madre haciendo los deberes con sus hijos. No porque no esté de acuerdo con esa tierna foto, que la comparto, sino porque en dicha foto, la madre parece ser más imprescindible que los hijos o el padre.
Ministro, a estas alturas de la película, los deberes los hacemos papá y mamá, y ambos educamos en casa por igual y estará más con los niños quien pueda, no necesariamente ella. Hoy en día, no hay papeles definidos al respecto. Hay cosas que un hombre no puede hacer, porque biológicamente es imposible pero más allá de la lactancia, creo que nosotros estamos preparados desde hace tiempo para ocupar ese lugar en su querida foto.
Ni la música ni la letra de lo dicho por Wert habrían gustado nada a Maude Malone la sufragista que interrumpía los mitines de la campañas electorales cantando con ironía el grito de guerra de los machistas sureños "Keep woman in her sphere" (La mujer, a su terreno).
Hoy termino este artículo con sus versos, porque no necesitan comentarios, sólo que alguien con influencia en el mundo de la educación los lea:
"Tengo un vecino, uno de ésos de los que se encuentran tantos, que es un experto en debates y jamás cambia de opinión.
Le pregunté ¿Qué opina de los derechos de la mujer?
Y dijo con tono severo: sobre eso tengo las cosas muy claras:
-la mujer, a su terreno.
¿Que la mujer se quede en su terreno?
Muy bien, pero el país y el mundo entero también son su terreno"
Letra: D. estabrook Música: Auld Lang Syne