La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.(George Orwell)


BLOG DE PERIODISMO URGENTE



sábado, 28 de mayo de 2011

15-M, LA RE-EVOLUCIÓN (II)

La acampada en Sol fue una buena idea. Demostró a los políticos que el motor más joven, con más energía de la sociedad aún es capaz de pensar, de rebelarse y de hacernos sentir a los demás que hay otra forma de hacer crecer esta sociedad. Puede que muchos no estén de acuerdo con esto y lo comprendo, pero en sí misma, la acampada, la manifestación, el movimiento M-15 no fue una mala noticia.

Cualquiera que esté de acuerdo con su cabeza sabe que estamos en una situación límite, en circunstancias impensables hace muy pocos años y sea cual fuere su ideología política, cualquiera ha dicho hace poco eso de : no me explico cómo este país no explota por algún sitio. Pues ahí lo tienen, ahí lo tenemos. Por eso acamparon en Sol los que más fácil lo tenían, por edad, por energías. No carguemos las tintas contra ellos. Pero todo tiene un límite.

Ahora la acampada ya no provoca buenos sentimientos, ya no tiene el efecto sorpresa, es víctima de ataques justificados, comienza a traer problemas de orden público, perjudica la venta de los comercios y, en mi humilde medida, se somete a juicios críticos como el que escribo. Luego algo falla.

Mis días entre las carpas pasaron rápido, porque me divertí viendo cómo los protestantes se organizaban en foros de debate, desde seguridad, inmigración, política económica, ciudadanía, hasta asambleas sobre la conveniencia o no de dejarnos grabar a los medios lo que decían ¡en la plaza pública!. Había debates y diálogo en cualquier metro cuadrado de esa plaza, bajo la ausente mirada de Carlos III, ajeno a lo que cocía a sus pies el pueblo de Madrid.

Recuerdo a profesores, madres de familia, jubiladas, trabajadores de banca, estudiantes, mendigos y periodistas, todos unidos en un mismo círculo, casi dándose la razón unos a otros hablando de lo mismo: necesitamos el sistema, si, pero quizá haya que cambiarlo bastante. Todo era posible, pero no interminable. Ahora también hay que cambiar el 15-M. ¿Sirve la acampada, tal cual?, ¿perjudica a demasiados?

Lo ocurrido en Barcelona en la Plaza de Cataluña es un aviso para navegantes. La policía se empleó duro para disolver a los manifestantes, pero éstos tampoco se lo pusieron fácil. Quizá haya llegado la hora de hacer otra revolución: la re-evolución. La resistencia pasiva tuvo su momento, ahora el pueblo está más formado, domina las redes sociales y si quisiera podría organizarse y diseñar un plan de protesta con propuesta. No basta con acampar indefinidamente, hay que proponer y convencer a los demás de que hay otra vida política más allá del bipartidismo, donde la democracia real que muchos defienden sea una realidad en las urnas, no sólo una reunión en la plaza del pueblo.

lunes, 23 de mayo de 2011

15-M, BRINDIS AL SOL (I)

Sol ha sido la puerta de la esperanza para muchos. Sigue siendo un brindis cargado de buenas intenciones. Y que nadie les pida nada más, que sólo son jóvenes sin futuro por ahora, no consejeros de la banca. Bastante hacen con promover la no violencia y la protesta con propuesta.


Por ahora sólo brindan si, y no lo digo contra ellos, ni con ellos. He pasado muchas horas estos días allí, viéndolos nacer lona a lona, cartón a cartón y frase a frase. Ha sido una experiencia buena y no voy a negar que enriquecedora.


Una semana de protesta juvenil, convertida poco a poco en movimiento social ha hecho al menos retomar conciencia. Porque la conciencia siempre está presente pero no siempre la hacemos nuestra. Ha conseguido que unos y otros se molesten en mirarlo de reojo, que muchos medios hagan una pausa y valoren la noticia con el tiento que requieren los acontecimientos especiales. Sin atreverse a ir a favor o contra descaradamente, ni siquiera los más radicales. Porque, ¿quién les niega la mayor a los que piden más justicia, más democracia, más decencia, menos gasto, menos corrupción o menos paro?


Algo está pasando dentro de nosotros y no nos damos cuenta, pero lo que está pasando es bueno. Lo intuimos desde hace tiempo. Quizá estos jóvenes hartos sólo han echado la chispa a la hierba seca y recién segada. Parece que no prende porque tiene los tallos cortos pero lo hace lentamente, buscando donde estén más altos para extenderse.


El movimiento M-15, Acampada en Sol, Spanish Revolution, Democracia Real Ya! o como quieran llamarse, tiene ante sí el reto de superar estos días, de aguantar. Muchos de los que no han ido por allí, no saben que sus carpas de obra, sujetas con vientos improvisados, están llenas de cerebros preparados, de gente quizá en paro que encuentra allí un modo de hacerse valer y de generar conocimiento entre los demás.


Hay físicos, arquitectos, deportistas, informáticos, licenciados en derecho, matemáticos, dibujantes de Bellas Artes, ingenieros... aquello es un maldito centro de alto rendimiento conectado con el mundo entero y provocando más adhesiones cada día. Allí hay más talento que perroflautas, que también los hay, de acuerdo.


En este tipo de movidas siempre hay cojosmanteca dispuestos a ver qué pescan en el río de la revolución. Por cierto que a los de la cresta o los pelos rasta no les gusta que no se pueda beber cerveza ni fumar porros o mear en la estatua de Carlos III. Ellos esperaban una revuelta al uso y se han encontrado con gente indignada, no con gente indigna a la causa, con perdón de la expresión, porque todos somos dignos, ya lo sé.


Seguiré hablando de ellos... ¿Hay algo mejor que hacer que brindar al sol de primavera?, pues eso. Que esta gente brinda, pero por un mundo mejor y mientras, van terminando su borrador de propuestas al Congreso. Habrá que leerlas.