La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.(George Orwell)


BLOG DE PERIODISMO URGENTE



lunes, 29 de junio de 2009

VERANO VERANO



Llega el verano. Como cada año, más atractivo en su preludio que en su desarrollo. Se abre de nuevo una de esas páginas especiales del curso, como la del 1 de enero, la del primer día de Semana Santa o la de la vuelta al cole. Cada una a su estilo, esas páginas especiales nos invitan por un momento a pensar en lo que hemos hecho y en lo que tenemos por delante.


He pensado en renunciar a los buenos propósitos que pocas veces se cumplen si van precedidos de ceremoniosas promesas. Quizá sea mejor tener sólo uno: mantener el equilibrio. Todo es cuestión de equilibrio y sin duda es el más genérico y difícil de los ejercicios.


En un año de crisis perdurable en el tiempo, será complicado hablar de equilibrio, pero sólo si no renunciamos al modelo establecido hasta ahora. A lo mejor tenemos que cambiar hábitos, costumbres y modos de pensar, pero merecerá la pena si mantenemos el equilibrio. Como cada año, el verano tendrá dos partes:
El verano laboral en el que seguimos trabajando, llenos de optimismo porque llegan las vacaciones, tensiones de cierre de temporada y ciertas licencias erótico-festivas que parecen permitirse incluso con las y los compañeros de trabajo. Aunque es mentira, nos sentimos más jóvenes, bien conservados y hasta capaces de cumplir con éxito una aventura nocturna con el o la de administración que se quedó hasta el final en la copa del 30 de junio.
Y el verano-verano, el de verdad, el oficial, lleno de buenas perspectivas, maletas, billetes, niños, novias, abuelas y demás parientes que pueden acabar antes de tiempo con las ganas de que las vacaciones duren lo que duran. Ese verano en el que descubrimos tal vez que ya no queremos a nuestro cónyuge o que no soportamos más nuestro trabajo, o que simplemente no nos gusta la vida que llevamos. Quizá nada de eso sea cierto, sino que todo está envuelto en el mismo desequilibrio.


¿Y si este verano renunciamos al estrés habitual, a la necesidad de irnos muy lejos, mucho tiempo y con muchos trastos en la cabeza y en el coche?, ¿Y si este verano, nos dedicamos a conocernos mejor, a leer más libros y a apagar la televisión y el wi-fi?, ¿y si este verano charlamos más con los que más queremos y nos vamos con ellos a ver esos lugares donde se relaja el alma?. Seguro que gastamos menos, estamos más tranquilos y recuperamos la energía que consumimos inútilmente.


No es cuestión de hacer propósito de enmienda, sólo se trata de querer vivir con lo necesario y eludir lo accesorio. ¿Nunca os preguntáis si será verdad eso de que seríamos más felices si viviéramos realmente con lo justo?, ¿será verdad?, ¿estará ahí el equilibrio?, ¿no será que nuestro equilibrio personal es la ruina de "los" desequilibrados?, ¿porqué me hago hoy tantas preguntas?, quizá esté necesitando respuestas; demasiadas respuestas.
Este verano, caminaré más, leeré libros interesantes, cuidaré mis comidas para cuidar mi cuerpo y dejaré de hacer las listas llenas de cosas que al final no voy a utilizar. Este verano tomaré cada día un poco de equilibrio, bien frío, gracias.

viernes, 5 de junio de 2009

OBAMA ALEKUM



Nunca he sido partidario de reírme del proyecto de la Alianza de Civilizaciones que promueve el presidente español. Tampoco creo que a corto plazo tenga una incidencia real en las relaciones internacionales entre las dos mitades en que parece haberse troceado el mundo. Aquí, en España, la clase política se mofa de lo pomposa y por ahora imposible que parece dicha Alianza. Pero creo que se llame como se llame el camino, los pueblos están condenados a entenderse y si no, están condenados, a secas. O sea que, aunque hoy por hoy sólo es un brindis al sol, alabo la iniciativa de Zapatero.

Hace un par de días, su Secretaria de Organización en el partido, Leire Pajín, fue duramente criticada por su escasa fortuna dialéctica al anunciar el acontecimiento planetario que tendrá lugar dentro de poco cuando Zapatero presida "medio mundo" (la UE, durante seis meses) y Obama el otro medio, al otro lado del Atlántico, una conjunción poco menos que astral que será trascendental para los seres humanos. La carcajada por la forma en que lo dijo (sonaba a acontecimiento intergaláctico) fue general, incluso en las filas socialistas. Pero al día siguiente ocurrió algo inesperado.

El propio Obama, casualidad tiene la vida, cuando los dos mundos le escuchaban, incluídos los que aún se secaban las lágrimas de la risa, va y defiende el entendimiento entre las culturas como objetivo final y pone de ejemplo Al Andalus y Cordóba (con acento en la segunda "o"), en un claro guiño a una España que siempre ha sido una mezcla de todo. ¿No anda tan despistado Zapatero? Tiene seis meses de oro para que Obama se fije en él y creo que eso pone nerviosos a muchos.

La presencia de Obama en El Cairo y su discurso parece haber sacudido los cimientos más profundos del Islam y del pueblo judío, que empieza a ver en el Presidente a un tipo sospechoso que quizá les baje del carro de los eternos ofendidos.

Por su lado, el mundo musulmán (a excepción de los adeptos a la mal llamada "guerra santa") levantan las cejas como dando un pequeño margen de confianza a quien se ha atrevido por fin a decir que las situación de los palestinos es "intolerable". Y esta vez la palabra parece tener algo de contenido. ¿Se acabó la supremacia del Lobby judío en Estados Unidos?

Aún es pronto para hablar de eso, pero de momento ha sonado muy cierto, como todo lo que dice Obama con ese giro de cabeza que practica de un lado a otro del auditorio y esa pausa propia de quien quiere que se tome en serio lo que acaba de decir, antes de seguir hablando.

Hasta los más escépticos de un lado y otro de las ideologías del mundo, en su fuero interno, están alerta porque parece que este tipo va a por todas y está dispuesto a poner en evidencia a quienes quieren que todo cambie para que todo siga como está. Salam Alekum, Obama. Si sólo eres un sueño que dure mil y una noches.