Vivimos en el país que nos merecemos. Una nación donde es noticia que por primera vez en la historia de la democracia se vaya a transmitir el mensaje del Rey Don Juan Carlos por el canal autonómico de Euskadi. Porque hasta ahora estaba vetado.
Vetado sí, esa es la palabra. En España hay muchas cosas buenas que están prohibidas, que no se hacen para no herir la sensibilidad de los que no se sienten españoles, no vaya a ser que mañana su voto haga falta para conseguir la mayoría parlamentaria. Lástima que ese sentimiento antiespañol venga acompañado de la incoherencia y sólo sirva para renegar en voz alta mientras luego aceptan compensaciones de todo tipo, sobre todo económicas.
Esta Navidad y gracias al cambio de gobierno habido en Euskadi habrá discurso del Rey por la ETB-2. El nuevo Lehendakari ha decidido que las cosas, en este y otro terrenos, vuelvan a la normalidad, mejor dicho, estrenen normalidad. Sencillamente porque en el País Vasco hay muchas cosas normales que aún están por ser, porque todavía no han sido o hace mucho que fueron: transmitir el mensaje del Rey, que la Selección Española de fútbol (la selección a secas, como dicen allí) juegue un partido oficial, que pase la Vuelta Ciclista a España (la vuelta), etc.
Y el Rey, que tiene mucha mano izquierda y capacidad de entendimiento, ha sabido soportar todos estos años los malos modos del nacionalismo vasco, sabedor de que su tarea está tan por encima de ellos que no debe ni puede responder salvo con la mano tendida de la concordia, por cierto, su palabra favorita en cada discurso.
Somos una democracia adolescente en términos históricos, a la que le ha ido muy bien, desde sus comienzos y a la que la bonanza de los últimos veinte años le ha permitido progresar, desarrollarse, ampliar miras, si, pero también irse de botellón, gastar sin reparo, endeudarse sin sonrojo que mañana Dios dirá y quejarse, quejarse mucho, que es lo que los jóvenes hacen cuando no tienen otro pito que tocar y cuando no hay a la vista más problema que decidir adónde ir el próximo fin de semana.
Los Gobiernos desde la transición han respetado la imagen del monarca, es cierto, pero casi a regañadientes, como si fuera un demérito reconocer la labor de Don Juan Carlos. Siempre he echado de menos un apoyo más firme, más institucional y si me apuran, más cercano al Rey. Porque desde dentro no se nota pero basta con salir un poco de España para darse cuenta del valor y el prestigio que tiene nuestra Familia Real. Eso sin hablar de la influencia y el peso específico que aporta en multitud de visitas oficiales con el avión lleno de empresarios cuyo respaldo Real es imprescindible.
Lo saben los gobiernos de turno pero rara vez atribuyen a la Corona la capacidad de generar confianza en otros mercados cuando se trata de lograr importantes acuerdos comerciales. Para muchos países, el Rey o los Príncipes de Asturias son garantía de éxito, de seriedad y de palabra. Porque en China, Estados Unidos, Gran Bretaña, Arabia Saudí o Rusia, si vienen Los Reyes o Los Príncipes es un viaje y si no vienen, es otro. ¿Y cuándo hemos visto sacar pecho a la Casa Real por esta gestión impagable?, nunca. Ese es todo su premio, que nadie se entere. ¿Hay mayor prueba de servicio a España, un país donde reinan los pecho de lata?
La monarquía es una institución histórica que en este país ha demostrado inteligencia y empatía con la democracia. La vocación de servicio del Rey ha hecho que su figura sirva para mucho, al contrario que otras monarquías incapaces de reinventarse en pleno siglo XXI. En nuestro país el Rey, la Reina y su familia han demostrado prudencia, lealtad, trabajo y paciencia. Al menos, se merecen mi respeto, porque me cuesta encontrar estas virtudes entre las filas de los que nos gobiernan o nos quieren gobernar.
Agradezco al nuevo Lehendakari, Patxi López, su gesto de generar normalidad y que el discurso de Nochebuena de Don Juan Carlos se emita en la tele vasca. Ya verán como no pasa nada. Eso es lo que les da miedo a los más nacionalistas, que no pase nada.
4 comentarios:
El rey sabe que la mayoría de los españoles le quiere. Y muchos vascos también. EN Euskadi se ha hecho siempre lo que se debe hacer para no violentar a los violentos. Menuda caterva de memos. SIempre haciendo daño por sistema. A ver el Patxi López este. Agur5
El rey no sale en la ETB piorque a la mayoría de los vascos no nos guts el rey. Naide puede entender eso? Zorionak
De acuerdo en algo: no se puede hacer el caldo gordo a quienes no respetan que en Euskadi vivimos muchos y si hay que respetar a las minorias radicales, mucho más a las mayorías constitucionales que saben respetar a todos. Lo que pasa es que hay mucho miedo aquí arriba y el miedo hace que sólo seamos capaces de escribir y firmar cosas como estas bajo el anónimo. Un aplauso para Patxi-Lehendakari. No me gusta especialmente pero me parece que empieza a ser un referente político capaz de traer un poco de normalidad a esta tierra. Arantxa.
Si señor. Coincido plenamente contigo en la imagen y el servicio del Rey a España y a los Españoles, incluidos Vascos y Catalanes (aunque les pese). Bien por Patxi Lopez y su intento de llevar la normalidad a Esukadi. Llegará un día en que Vascos y Catalanes se liberen de miedo y las ataduras impuestas por las minorias nacionalistas, y puedan realmente crecer....
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