Sol ha sido la puerta de la esperanza para muchos. Sigue siendo un brindis cargado de buenas intenciones. Y que nadie les pida nada más, que sólo son jóvenes sin futuro por ahora, no consejeros de la banca. Bastante hacen con promover la no violencia y la protesta con propuesta.
Por ahora sólo brindan si, y no lo digo contra ellos, ni con ellos. He pasado muchas horas estos días allí, viéndolos nacer lona a lona, cartón a cartón y frase a frase. Ha sido una experiencia buena y no voy a negar que enriquecedora.
Una semana de protesta juvenil, convertida poco a poco en movimiento social ha hecho al menos retomar conciencia. Porque la conciencia siempre está presente pero no siempre la hacemos nuestra. Ha conseguido que unos y otros se molesten en mirarlo de reojo, que muchos medios hagan una pausa y valoren la noticia con el tiento que requieren los acontecimientos especiales. Sin atreverse a ir a favor o contra descaradamente, ni siquiera los más radicales. Porque, ¿quién les niega la mayor a los que piden más justicia, más democracia, más decencia, menos gasto, menos corrupción o menos paro?
Algo está pasando dentro de nosotros y no nos damos cuenta, pero lo que está pasando es bueno. Lo intuimos desde hace tiempo. Quizá estos jóvenes hartos sólo han echado la chispa a la hierba seca y recién segada. Parece que no prende porque tiene los tallos cortos pero lo hace lentamente, buscando donde estén más altos para extenderse.
El movimiento M-15, Acampada en Sol, Spanish Revolution, Democracia Real Ya! o como quieran llamarse, tiene ante sí el reto de superar estos días, de aguantar. Muchos de los que no han ido por allí, no saben que sus carpas de obra, sujetas con vientos improvisados, están llenas de cerebros preparados, de gente quizá en paro que encuentra allí un modo de hacerse valer y de generar conocimiento entre los demás.
Hay físicos, arquitectos, deportistas, informáticos, licenciados en derecho, matemáticos, dibujantes de Bellas Artes, ingenieros... aquello es un maldito centro de alto rendimiento conectado con el mundo entero y provocando más adhesiones cada día. Allí hay más talento que perroflautas, que también los hay, de acuerdo.
En este tipo de movidas siempre hay cojosmanteca dispuestos a ver qué pescan en el río de la revolución. Por cierto que a los de la cresta o los pelos rasta no les gusta que no se pueda beber cerveza ni fumar porros o mear en la estatua de Carlos III. Ellos esperaban una revuelta al uso y se han encontrado con gente indignada, no con gente indigna a la causa, con perdón de la expresión, porque todos somos dignos, ya lo sé.
Seguiré hablando de ellos... ¿Hay algo mejor que hacer que brindar al sol de primavera?, pues eso. Que esta gente brinda, pero por un mundo mejor y mientras, van terminando su borrador de propuestas al Congreso. Habrá que leerlas.
2 comentarios:
Los comercios no pueden más. Comparto llo que dices pero esta gente tiene que pensar en los trabajadores de las tiendas que no venden un churro porque no apetece pasar por ahí de compras. Se van a quedar en la calleeeee...
No termino de saber qué reivindican, cómo empezó, porqué, qué finalidad tiene... ¿Para el siguiente artículo?
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