Ganador de uno de los premios World Press Photo de este año, galardón que repite por segunda vez, además de un sinfín de reconocimientos que me ahorro para no abrumar a los lectores, Pep es un auténtico slumdog journalist, un sabueso que se mueve a gusto en el entorno humano más deprimido.
La mirada de Pep Bonet es limpia, sincera, aunque menos descarnada que el objetivo de su cámara: Sierra Leona, Darfur, Congo, Etiopia, Zambia, Angola, Kenya, Sudáfrica...Pep es con toda probabilidad el fotoperiodista español más reconocido del momento, sobre todo fuera de España.
Durante siete años, Pep Bonet ha recorrido varios países subsaharianos apoyando con imágenes la impagable labor de Médicos sin Fronteras para luchar contra el SIDA, fruto de los cuales ha publicado trabajos en New York Times, Sunday Times, Newsweek, EL PAIS, El Mundo o La Vanguardia, entre otros.
P: ¿Lo peor de la crisis es que no habrá más dinero para los más pobres?
Probablemente sí haya menos. Yo creo que el problema de los pobres está en la concienciación de la gente, que tiene que cambiar y mejorar la ayuda humanitaria en países pobres. Supongo que la crisis debe de tener su lado positivo. Es probable que el desequilibrio entre países pobres y ricos sea menos evidente, aunque siempre sufren más quienes menos tienen.
La verdad es que , yo no sé si es la crisis, pero cada día es más complicado publicar un reportaje en una revista, y sobre todo mis reportajes, que parecen no cuadrar muy bien con los contenidos de hoy en día en la prensa. Vende más el Magazine de "beautiful people", el famoseo, y el espíritu de "compra, gasta y serás feliz…". ¡Qué bonito!, pero sin embargo, se valora muy poco el esfuerzo de los que nos arriesgamos y nos metemos de lleno en historias importantes que alguien tiene que contar.
P: Tienes ante tí a un niño travesti vistiéndose para salir a trabajar a la calle, ¿qué buscas en la fotografía que vas a hacer en ese instante?
Busco contar una historia de manera emocional, poética, digna y acertar además con la estética adecuada. El fotoperiodismo que yo intento hacer tiene grandes dosis de creatividad y normalmente con contenidos oscuros. Hay está la magia de la imagen.
P: ¿Pensabas realmente que la imagen de un asunto tan desgarrador iba a ser ganador de un World Press Photo 2009?
Nunca pienso en si me va a "tocar" un premio o no, pero, sin duda, estoy muy orgulloso de haber ganado otro World Press Photo, ya que ahora sí, finalmente, la gente podrá tener acceso a esta historia de los niños travestidos que se prostituyen, nunca publicada todavía. World Press Photo tiene un poder muy grande de comunicación, con las exposiciones alrededor del mundo y el libro que publican, que cada año llega a mucha gente.
P: ¿Qué se queda en la retina después de escuchar a un niño travesti decir que "se siente viejo de lo mucho que ha vivido"?
Pues una cierta tristeza, y una lágrima que muchas veces no quiere salir. Siento que el mundo está desequilibrado y que a mucha gente le ha tocado vivir cosas muy duras y a otros nos ha tocado contarlas. De todas maneras nunca cambiaría mi tabajo por nada del mundo. A través de la fotografía he aprendido tantas cosas y he vivido tanto que me asusta que un día tenga que vivir sin estas experiencias a mi alrededor.
P:¿Cómo reacciona un africano cuando accede a hacerse la prueba del SIDA y da positivo, sabe realmente lo que le espera?
No, no lo sabe pero se lo imagina, es como un instinto que tenemos dentro. Las malas noticias se intuyen…Antes en África la noticia de ser VIH + era sentencia de muerte, le podías decir: vete a casa y espera a que la muerte te lleve. Por suerte esto ha cambiado. El acceso al tratamiento antirretroviral, a la información, a la sensibilizacion, el uso del preservativo, etc, ha hecho que sea una enfermedad mucho más llevadera.
Aunque en África y en muchos países del mundo el gran problema sigue siendo la discriminación y el estigma que lleva asociado el SIDA. Ahora con el tratamiento ARV que ya se distribuye en muchos países y con los costes reducidos gracias a los medicamentos genéricos, se están salvando muchas vidas.
P:África se va muriendo poco a poco, pero sus recursos siguen intactos ¿no será ése el objetivo final que persiguen las economías más desarrolladas?
Prefiero no pensar mucho en lo que realmente está pasando. No lo sé… al final, mi interés es muchas veces fotográfico y no tanto periodístico, debo centrarme en sacar adelante mi trabajo, transmitir con las imágenes lo que otros transmiten con la palabra. Aunque es imposible no enterarse de lo que pasa después de viajar tantos años a África.
Siempre he creído que para luchar contra este desequilibrio en el mundo mi trabajo aporta un granito de arena, no porque cambie las cosas pero sí porque las da a conocer, lo que ya es un gran paso. Mi misión es esa: enseñar una realidad que existe y las fotografías en algunas ocasiones pueden cambiar opiniones, actitudes.
Yo podría estar haciendo publicidad, fotografiar a maniquís y tías buenas para las revistas, coches de lujo, etc…y ganar más dinero, correr menos riesgos, bueno menos, muchísimos menos.Pero prefiero dar voz a los que no tienen la posibilidad de vivir una vida digna.
P: ¿Estás tan acostumbrado a la muerte como tu cámara?
Pues no, la verdad, aunque he visto algunas muertes, ya las veo como parte de la vida, un ciclo que se completa. Lo que más me duele y me frustra mas por dentro es la injusticia, sin duda.
P: ¿Qué hay detrás de una imagen ganadora del World Press Photo?
Normalmente un buena foto con una historia que contar. La mayoría de las veces hay una experiencia vivida y contada con pasión por el medio fotográfico. Yo entiendo la fotografía como una manera de vivir emociones y trasmitirlas y creo que eso es fundamental en una buena foto. En WPP tambien tiene mucha importancia la actualidad del tema.
P: Niños drogadictos explotados sexualmente, enfermos de VIH que se mueren por no tener un puñado de retrovirales, suburbios enteros que desaparecen por el hambre y las infecciones, ¿crees que el objetivo de tu cámara ya lo ha visto todo?
No creo haberlo visto todo, pero sí parte de lo más duro. Ahora sé que el trabajo que hago me curte, me da vida y hace que me sienta útil. A veces me pregunto quién y cómo sería yo si no me hubiese rescatado una profesión tan bonita como la fotografía.
5 comentarios:
Omnia possum, resulta increíble ver tan de cerca el mundo de los menores explotados por quienes deberían estar entre rejas. Esa mirada vale un world press photo. Angel
Nada que decir. Esa mirada del niño travestido me lo ha dicho todo. Joder qué fuerte...
Enorme, gran trabajo fotográfico. Toda la serie está en su web. Merece la pena. Mi enhorabuena. Astur.
La prostitución infantil es un tema tan sórdido que parece increíble que alguien sea capaz de sacar algo de belleza de todo ese mundo. Y la tiene. id a la web de este fotógrafo. Alucino tanto que no sé qué decir... Arthur
Yo también he visitado la web de Bonet. No hay desperdicio. Y lo peor de todo es que cada foto tiene una magia que me hace olvidar la tragedia. Ese niño travestido es demasiado para mí. ¿vive todavía en la calle? Gran Tom.
Publicar un comentario