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BLOG DE PERIODISMO URGENTE



miércoles, 18 de noviembre de 2009

LA COLA DEL ALACRÁN



Nuestro país ha pagado el rescate a los piratas de Somalia por el secuestro del atunero Alacrana, si, pero gracias a ello ha logrado salvar la vida de su tripulación. Hasta ahí nadie debería poner en cuestión la labor del Gobierno español. Pero el asunto trae una cola tan larga y venenosa como la del alacrán.


Me pregunto si el armador del barco habrá pagado parte del rescate. Lo digo porque la responsabilidad última de faenar fuera de la zona de seguridad fue suya, ya que dentro de ella quizá hubiera menos pesca pero más seguridad. Los pescadores estaban de acuerdo, sin duda, pero su decisión debería hacer reflexionar a los demás pesqueros a la hora de seguir trabajando al margen de dichos límites de seguridad. La Operacion Atalanta, encargada de vigilar militarmente ese perímetro de seguridad cuesta más de dos millones de euros al día, por lo que debería de haber algo más que una recomendación a los pesqueros para que no salgan de esa zona, aunque pesquen menos.


Me pregunto si el barco tenía un seguro contra secuestros como tienen muchos otros pesqueros. Un seguro que, por cierto, aunque caro, carísimo, ha bajado de precio, ya que las compañías aseguradores han ofrecido precios competitivos debido a la demanda en aumento provocada por el riesgo creciente de piratería.¿No debería pagar parte del rescate la compañía de seguros?


También quisiera saber si España junto con la Unión Europea trabajan en seguirle la pista a los piratas que abordaron el barco hace 48 días, porque una cosa es pagar el rescate y otra decir, "pelillos a la mar" que aquí no ha pasado nada.


Me pregunto igualmente por lo que pensará todo el pueblo vasco y en especial los nacionalistas más o menos radicales, al comprobar cómo el Estado español ha puesto en marcha su maquinaria militar y de inteligencia para gestionar esta crisis. Que a nadie se le escape su silencio revelador.


No puedo olvidar otra reflexión sobre lo ocurrido. La violencia, la piratería, el terrorismo marítimo, no son más que lo de siempre: el producto de la pobreza, la corrupción y la falta de implicación internacional en Somalia, un estado fallido del que nadie se ocupa porque de momento no tiene ni petróleo, ni diamantes, ni coltán. Sólo tiene pobres de solemnidad dominados por señores de la guerra divididos en clanes dispuestos a sobrevivir a costa de los que se acercan a sus aguas.


Finalmente queda el ¿y ahora qué?. Qué condiciones va a poner España a sus armadores para que no pase de nuevo. ¿obligará a faenar sí o sí a los pescadores dentro del círculo de seguridad? Muchos diran que Papa Estado no puede hacer eso; no porque estaría ejerciendo un intervencionismo intolerable, no. A Papá Estado sólo acudimos para que nos salve el pellejo. Después, que se quede en casa que ya somos mayorcitos para saber de lo que es capaz la cola del alacrán.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y qué me dicen de la persecución de todo un ejército de helicópteros y barcos de guerra contra una lanchita de nada?. No me creo que no pudieran interceptarles. ¿Para eso pagamos un ejército? La Salle

Anónimo dijo...

Que paguen pero que pague el armador y su seguro, que para eso estaban faenando en aguas no vigiladas. Y si no hay tanta pesca, será porque hay más seguridad. Así es la vida. Monia Possum dales caña a los políticos que sólo piensan en los votos. O sea, a casi todos. Aran.

Anónimo dijo...

Yo creo que el gobierno debe reclamar el dinero del rescate a la compañía y después poner seguridad militar abordo. Y por último, espero que no le hayan pagado al armador el coste de 40 días sin pescar en el Índico, que aquí todo lo arreglamos soltando dinero... del nuestro. M.L.O.

Anónimo dijo...

Apuesto a que el armador ha pagado cuatro perras y el resto todos nosotros. Lo de siempre. Sanz

Anónimo dijo...

Ya veis lo que ha pasado. El gobierno paga, si, pero siempre a destiempo. En el 2006 los armadores del Alacrana y de otros barcos solicitaron ayuda al gobierno (Seguridad en la zona) pero ésta tardó en llegar y limitada a vigilancia de una extensa parte del Índico. Insuficiente. Ahora ha habido que pagar de todas formas y a los malos. Siempre aprendemos tarde... Eloy H.