Llega la primavera. Con sus alergias, su olor a vacaciones, sus fríos, sus calores, su crisis insondable, su diarrea de despidos y a pesar de todo, con sus procesos de selección de becarios para trabajar este verano en las empresas que aún no han echado el cierre.
Quizá esta figura laboral insegura, poco preparada por naturaleza, casi siempre inquietante y a veces desafiante, esté cada vez más presente en las plantillas de muchas compañías ya que las y los becarios son baratos que es lo que cuenta para la planta noble.
Tengo el honor de leer los currículos de muchos aspirantes que pretenden hacer prácticas. Chicos y chicas, todos ellos, con estudios secundarios o alguna diplomatura, como mínimo, a los que se les supone la habilidad de escribir un e-mail utilizando la lengua materna con la que han estudiado hasta la fecha.
No he podido resistirme. Hace unos días recibí un correo electrónico de uno de estos becarios. Omito todo dato que pueda ofrecer pistas sobre su identidad porque es lo de menos, pero transcribo textualmente cada palabra, cada letra, cada espacio, cada... en fin. Nuestro becario dice así:
"... Me pongo en cntacto con ustd, despues d nuestra conversacion telefonica, para ver si seria posible realizar mis practicasb de formación con ustedes,
Soy estudiante de 2º de la Escuela de Artes y la posibilidad de de poder formarme en su empresa, sería algo muy importante para mi y para mi formcaión,
No hago esto solo por tner una salda profesional si no porq es lo q me gusta y soy una persona decidida q lucho por lo q kiero cueste lo q me cueste.
Les ruego tengan en cuenta mi petción y les doy las gracias anticipadas por su atnción.Un saludo cordial..."
Después de descifrar este texto me planteo tantas cuestiones en mi cabeza que la tengo a punto de estallar. Aún no me he atrevido a leer el archivo con el curriculum que venía dentro de este e-mail. No he tenido valor y lejos de hacer escarnio de quien lo ha escrito, sigo perplejo. ¿Qué clase de formación estamos dando a nuestros estudiantes que son incapaces de confeccionar un pequeño texto en castellano solicitando trabajo en una empresa?
No, no vamos a escudarnos en que sea un caso aislado, que es el argumento socorrido de los que ante lo flagrante, niegan siempre la mayor. Y lo peor es que los profesores de secundaria, de los institutos, de la universidad, de los centros de estudios en general y de cualquier entorno académico con los que he consultado este caso me miran con ternura.
Todos coinciden en que estamos ante el pan nuestro de cada día, ante el resultado de la generación SMS, formada por chavales y no tan chavales, urbanos o rurales que escriben como hablan, que no leen, que no escuchan, que no redactan, que no tienen interiorizada la norma mínima del lenguaje que utilizan y que todas sus frases escritas o habladas empiezan por: "...la verdad que...", se les pregunte su nombre o el del pintor del cuadro que tienen delante.
En una idea, que no están preparados y que su única cualidad como posible becario o futuro trabajador sustituto de otro con experiencia es que es joven, maleable y "q lucha por lo q kiere cueste lo q cueste".