Hace ya tiempo escribí para este blog un artículo sobre las cosas buenas que nos traerá la crisis que vivimos. No le pongo adjetivos porque no es sólo económica. De hecho, muchas de estas páginas han tenido siempre ese argumento latente: los momentos duros de la vida son los que nos refuerzan.
Y cada día que pasa me doy cuenta de que lejos de ser un mensaje de ánimo es una verdad poco cuestionable. Una verdad que podemos utilizar o dejarla ahí, enmarcada en nuestra pared, como esta foto de la Habana Vieja, para mirarla de reojo sin hacer mucho caso de su potencial. A esta linda escena ellos lo llaman "cubaneo"; hablar pasando el rato, ayudados por la compañía del otro, protegidos por el grupo. Uno me deja una pieza para el motor del carro, yo le enseño a su hijo a dividir por dos cifras, el otro baja un refresco y... juntos no esperamos tanto de la vida, para que no se nos pase la vida de tanto esperar.
Hay muchos pueblos en el mundo que saben de lo que hablamos: cubanos, saharauis, gitanos.. la lista es interminable. Pero son los que tienen la versión más actualizada del mundo; la que les permite preocuparse sólo por lo importante: mantenerse unidos con el de al lado, con el grupo local, no con la red social de la pantalla.
A lo peor, los beneficios que sacamos de sobrellevar la crisis no se ven a corto plazo, no pueden ingresarse en el banco, no nos sitúan en los puestos de cabeza y por tanto, no nos valen. A lo mejor, es que estamos confundidos de carrera o que simplemente no hay que participar en ninguna. Puede que estemos equivocados de base y entonces... ¡para, quieto, Dios, mío! -te imagino lector- : no sigas por ese camino que te veo venir. ¿Es este un artículo de esos en los que nos dices que otro mundo es posible?...¡no sé si hoy tengo el día para soportarlo!
Tranquilo lector, hoy ya he gastado mis energías recordándoselo a mi hijo. Él todavía puede creer en eso y hacer que el mundo sea distinto. Él y los que son tan pequeños como él sí podran cambiarlo: ayer le sorprendí cerrando el grifo de la ducha para enjabonarse. ¿A que ese simple gesto no te parece tan fácil?. para él, si. No espera de la vida que el agua dure para siempre.
Para muchos ya es tarde para ahorrar agua, compartir gastos con el vecino, pero para los hijos puede ser lo normal. Al mío no quiero ponerle piedra en el camino, ni inculcarle el malgasto, o el miedo a no llegar alto y mil un prejuicios que aún llevo dentro. Tengo bastante con saber que mucho de lo que sé lo sé mal, lo mismo que les ocurrió a nuestros padres, abuelos...
Ahora deseo que nuestros hijos piensen por sí mismos un poco cada día. Que se diviertan mientras aprenden, que les tomemos la lección preguntándoles cómo aplicarían lo que están aprendiendo y por qué no les gusta o por qué si, que pasemos más tiempo hablando con ellos o con cualquiera. Creo que el ser humano es mejor cuando habla con el ser humano, cuando se comunica, cuando se expresa, pero sobre todo, cuando lo hace cara a cara, con un hijo, con un hermano, con un vecino.
Porque la globalización me acerca al otro lado del planeta con un e-mail, con este blog, con las mil caras del facebook, pero me aleja del que tengo al lado. A él dedico estas líneas. Tiro la última frase de este artículo contra mi propio tejado: Deja de leerme desde cualquier lugar del mundo y habla más conmigo que me tienes más cerca.
6 comentarios:
Ojalá las cosas fueran como dices. Pero mi experiencia es casi lo contrario. Cuando el barco se hunde, las ratas corren para salvar su pellejo,pisándose y trepando unas por encima de otras. Hablo del trabajo.Todos aquellos que me rodeaban y que dormitaban en sus "puestecillos", cuando han venido mal dadas y lo que más hacia falta era solidaridad y paciencia , se estan dedicando a sacar toda su malignidad oculta y pasarse el tiempo realizando mezquindades , o como se dice vulgarmente ; echando la mierda a los demás. Todo para salvar su culo . Y asi, en estos duros tiempos , el ambiente de ese trabajo que siempre me hizo feliz, me resulta altamente tóxico e irrespirable. Hay que aguantar , ya se sabe , todavia ( con una espada en el cuello ) tengo trabajo. Y yo que necesito ver lo bueno alrededor , me gustaria pensar como tu y sacar algo interesante de todo esto , pero cada dia me cuesta más .No sé como es la gente cuando se une si vienen mal dadas , sé que a fuerza de sacar el látigo , en este pais hay muchos que han hecho callo y sobreviven repartiendo a los demás lo que ellos reciben.Son tiempos dificiles ,hoy voy a intentar algo distinto ( asi me paso los dias ) que va a consistir en sonreir , no sé si lo lograré porque lo que más me apetece todo el tiempo es llorar.
Pues hagásmolo, sin más.
Pero que no sea como una obligación o una tarea a cumplir, sino como algo que echemos de menos cuando nos falte.
Yo lo echo de menos.
Eso digo yo, !qué dificil es quedar con un amigo para charlar un rato .............!
Ignacio, por eso, iniciativas que conocemos, de emprendimiento, intercambio, favores son necesarias. Posiblemente en el mundo "civilizado" todo se daba por seguro. Esos pueblos que mencionas y la mayoría del planeta lo tiene como forma natural de vida, porque es su única seguridad.
ya verás tú como la crisis esta se lleva por delante a más de uno de esos que ni saluda porque se cree estupendo y cuando no tenga ni para pipas a ver con quién habla.Nor.
querido, a la gente le gusta más cada día el e-mail que quedar a tomar un cafe con leche. Y es normal, cada dia hay mas ajetreo y no por eso dejamos de ser personas, smos gente ocupada y eso hace que nos veamos menos entre todos. No juzgues a los que no quedan para verse. A lo mejor es que no pueden o no quieren y qué...
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