La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.(George Orwell)
BLOG DE PERIODISMO URGENTE
martes, 20 de diciembre de 2011
MONSTRUOS DE NAVIDAD
miércoles, 14 de diciembre de 2011
DE PUENTE
jueves, 1 de diciembre de 2011
INVIERNO POCO HECHO
viernes, 11 de noviembre de 2011
EL HOMBRE MANSO
Los alemanes necesitan 343 horas menos para hacer lo mismo. Y la OCDE nos recuerda como siempre: también somos los menos productivos.
Nos sobran horas en la oficina, aunque debemos poner en nuestro haber las virtudes de los españoles en el trabajo. Muchas de ellas son inmejorables, nuestra capacidad creativa, nuestro impulso inicial ante un nuevo proyecto, la generosidad, el compañerismo, la solidaridad, el ambiente en el trabajo. Pero también debe reconocerse nuestra afición a la calle, al encuentro, a salir a tomar algo después de trabajar e incluso antes de terminar. Ahí falla algo.
En España no superamos el 5% de teletrabajadores. Cuesta irse del trabajo. Y en nuestro país las únicas que acuden sin perder un minuto a casa son las mujeres, casadas o no. ¿Porque son más europeas? No, según estos estudios, porque administran mejor su tiempo.
¿Se imaginan una España gobernada por madres directivas en la proporción de hombres que hay ahora?, ¿todavía creen que estaría la luz de la oficina encendida a las ocho de la tarde? Ya sé que no tiene por qué ser una cuestión de sexo. Bueno, atendiendo a estos indicadores, un poco sí.
martes, 25 de octubre de 2011
LA EMOCIÓN VASCA
el nacionalismo nace sin nación previa, de la mente de alguien resentido con la vida, pero es legítimo.
Decía Jon Juaristi, antiguo miembro de la ETA más histórica e idealista, ex director de la Biblioteca Nacional, escritor y autor del ensayo El Bucle Melancólico (Premio Nacional de Ensayo 1998), que la nación no preexiste al nacionalismo. En el caso del País Vasco, eso es tan cierto como histórico, que nunca existió un estado, país o nación vasca más de lo que existe ahora. Euskadi, Euskal Herria (con las tres provincias francesas Lapurdi, Benavarra y Suberoa), La Gran Vasconia (no quieran saber hasta dónde puede llegar) o Vascongadas (como lo llamaba Franco y curiosamente ahora Bildu) son un concepto moderno forjado legítimamente en los últimos 100 años, pero carente de historia real. En todo caso hay que respetarlo porque el nacionalismo nace así, sin nación previa, casi siempre de la mente de un resentido con la vida, con alguien cercano, sus padres, su familia, su entorno.
el nacionalismo es una emoción y las emociones se sienten, no se someten a votación.
Tenemos ejemplos sobrados en la historia. Nace de una pena individual (o sea, de un hombre quizá maltratado) que se lamenta de no haber sido feliz y por eso crea la nostalgia de lo no vivido, y su vida se convierte en un aullido contínuo a la luna que nunca le deja mirar hacia adelante. Nace de una melancolía que tanto daño le hace a él, individuo promotor de esa nostalgia, como al colectivo al que subyuga.
De pronto, muchos quieren ser así, nacionalistas. Y con el paso de los años ese sentimiento de tan fácil arraigo acaba extendido como una verdad casi incuestionable. Sin embargo, es legítima. Todos podemos decidir ser algo nuevo de repente. Los demás deben asumirlo, respetarlo. Sobre todo si cada uno defiende su idea en la plaza pública, abierta y democrática que es nuestra sociedad. Otra cosa es que la mayoría de los que acude a votar a dicha plaza acepte los deseos de los que tienen ese sentimiento. Eso es la democracia , pura razón: defiendo mis ideas y si no logro los apoyos, acato la mayoría y ya volveré a intentarlo al día siguiente (o cada cuatro años).
del nacionalismo primero nació la nostalgia por lo que podría haber sido y no fue, provocando una pena crónica.
Todo eso acurruca y reconforta al colectivo y a su líder; toda esa mitología lo defiende de los hostiles amenazantes, como un imago protector, allende los montes. Emocionante, sin duda, incluso para alguien de fuera. Y desde Arana Goiri hasta nuestros días ese sentimiento ha ido pasando por las cuatro emociones fundamentales:
La tristeza: porque del nacionalismo primero nació la nostalgia por lo que podría haber sido y no fue, provocando una pena crónica. Esto es quizá el patrón más extendido contra en el que trabaja a diario la psicología universal para curar a sus pacientes. Y todos los terapeutas coinciden en que estar triste por lo que nunca fuimos no nos deja mirar al futuro, nos atasca, nos retrae, nos impide socializarnos y hace que veamos en el otro a un enemigo con el que nada debemos compartir. En la tristeza entramos en una queja perenne, en ese bucle melancólico al que nos habituamos y del que nunca nos atrevemos a salir, sobre todo porque ya estamos acostumbrados a él.
La rabia: seamos sinceros, ni la república ni especialmente el franquismo ayudaron mucho a contenerla. Fue más bien una larga mecha de casi cuarenta años que necesitaban los melancólicos para hacer estallar por las bravas su proyecto. Esa rabia contenida se extendió a mordiscos y los contagiados echaban espuma por la boca hacia una España tan obsesionada por la unidad como Franco, otro melancólico de tan dura infancia como Arana. Otro alma ofendida que se lamentaba de que la nación en la que vivía no estaba tan unida como la que llevaba dentro. Pero esa unidad española era un subterfugio, una manera de querer ser dueño de toda España, cuanto más unida, más suya. Lo mismo le pasó al dictador alemán, al italiano, al ruso, al cubano, al argentino, al iraquí, al tunecino, al libio. A todos les pudo la emoción. Y eso siempre tiene un coste que debemos de aceptar.
todavía pagamos su rechazo, su odio, sus ganas de irse. Aquella España franquista todavía no deja respirar a esta.
La España del Movimiento despreció a Euskadi, a su lengua, a su historia y somos nosotros, sus nietos, los que les miramos perplejos diciendo: ¿cuándo se os acabará la rabia, cuándo empezaréis a querernos?. Nuestros abuelos os hicieron daño, no nosotros. Por eso pagamos todavía su rechazo sempiterno, su odio, sus ganas de irse. Reconozcámoslo, aquella España franquista todavía no deja respirar a esta. Y en plena decadencia de la dictadura, cuando a los muros del régimen empezaron a salirle ratas por las grietas, apareció la tercera de las emociones universales:
Tras más de ochocientos muertos y más de cuarenta años, casi otra dictadura, de guerra sin cuartel (a veces sucia), ETA acaba acorralada. Pero su lucha no ha sido en vano y su posible adiós a las armas puede que tampoco. La banda terrorista se sabe derrotada, asfixiada incluso por los suyos, que parecen decirle: sé lista. La muerte ya no vende como antes entre los nuestros y ahora lo que toca es usar la palabra, jugar a su juego, a la democracia de la plaza pública. Vamos a demostrarles que ya no necesitamos pegar tiros para ganar voluntades y en el peor de los casos les diremos:¿veis cómo sin muertos tampoco nos dejáis ser independientes? , y si no nos dejan siempre podremos empezar de nuevo, volveremos a la tristeza, de ahí a la rabia, de la rabia al miedo y del miedo a... ( de nuevo el bucle melancólico). Pero estamos contigo. Lucharemos por la independencia". Eso parecen decirle a ETA.
Que cada uno defienda lo que quiera hasta conseguirlo... o no. Y si es no, saber aceptarlo razonablemente.
La alegría: esta sí nos llega a todos. A unos porque respiran aliviados y a otros porque de antagonistas pasan a ser protagonistas, o sea que siguen teniendo un papel estelar en esta película. La alegría es alegría en todo caso. Disfrútela cada cual como quiera. Antes se mataba y ahora ya no. ¿No merecen un premio los vascos por haberlo arreglado? Sinceramente, puede que sí. Pero el premio debe ser vivir en paz, acostumbrar a esa gente oscura a levantarse por las mañanas e ir a trabajar, no otro. Más tarde, acudir a la plaza del pueblo y proponer sus ideas por imposibles que sean, incluso sus ansias de independencia una y otra vez. Que cada uno defienda lo que quiera hasta conseguirlo... o no. Y si es no, saber aceptarlo razonablemente. Dejar la emoción que tanto daño les ha hecho y mirar hacia su futuro individual, a la prosperidad de su familia, no tanto a la de una nación vasca, gota de agua en Europa, que quizá sólo es un pretexto demasiado universal para no ocuparse de uno mismo.
Hay alegría, si, pero no para todos. No para las víctimas que merecen al menos saber que los que mataron pagaran su pena. Hay alegría, si , pero a mí se me acaba donde empieza otra vez la tristeza. No la mía, la de Ermua, Vic, Zaragoza, Vallecas y ...¡ciudado!, ¿lo ven?, casi no me doy ni cuenta y caigo yo también en el bucle melancólico. Estén alerta, puede atraparnos en cualquier momento. Por mi parte, sólo ha sido un instante de emoción.
martes, 18 de octubre de 2011
EL RIO NACE LIMPIO
jueves, 6 de octubre de 2011
LAS BICICLETAS SON PARA LA CRISIS
Somos el mejor país para dar pedales y casi el peor para utilizarlos. Todo está en la mente, en la actitud ante el cambio. Y no podemos decir que nuestros ayuntamientos no nos ayudan. El carril bici está por todas partes, pero sigue siendo un gran desconocido y malentendido. ¿Tiene que aumentar la crisis hasta el punto de llegar a necesitarlo porque todo el mundo se quedará si dinero para gasolina?
Espero que no, que no necesitemos ir en bici para descubrirla. Para los más incrédulos, para los que prefieren seguir echando humo, quizá una ecuación a base de lo que nos ahorramos en gasolina y ganamos en salud pueda convencerles. Podemos animar a los que se resisten a pedalear asegurando que ese ejercicio diario mejorará su físico pero también su cerebro, su forma de ver la vida, tenga los años que tenga.
Porque estamos hechos para estar en movimiento y nuestro metabolismo lleva miles de años preparado para la actividad, no para el sedentarismo absoluto. La crisis es una buena excusa para ahorrar dinero, ganar salud y autoestima. Nuestros pueblos son todo un aliciente para conocerlos a diario con un paseo en bici hasta la tienda que abrimos cada mañana o la oficina que nos espera.
Y si vamos a la gran ciudad, ya lo saben: RENFE-Cercanías deja por fin subir la bici, incluso en horas-punta. No sé si habrán montado en bicicleta este verano, pero da gusto utilizarla este otoño cálido para atravesar la crisis de lado a lado.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
NO ESTAMOS TODOS
Así es el momento en que vivimos. Una época que comenzó hace casi cuatro años y que poco a poco ha ido cambiando el semblante de nuestro país, de nuestra comunidad autónoma y de nuestros pueblos, incluso en áreas residenciales como las que he citado. De la precariedad de empleo basura pasamos a la dificultad de mantener nuestro trabajo. De esa amenaza pasamos a conocer a alguien cuyo pariente cercano lo había perdido. Más tarde era un vecino conocido, otro día un amigo íntimo o un hermano y por fin nos toca a nosotros.
Cada vez seremos más españoles por el mundo, quizá no tan maquillados y editados como los que vemos en la tele, pero con la misma sonrisa, la que nos define como luchadores. Todavía no me ha tocado pero cuando esta mañana no he visto a los que faltaban a la entrada del colegio, he pensado: si tengo que hacer como ellos seré un afortunado. Buena suerte a todos, aunque no estemos todos.
domingo, 11 de septiembre de 2011
EL SONIDO DE MANHATTAN
Recuerdo los sonidos de aquellos días. Los gritos, las sirenas, las declaraciones, las imágenes de lo que quedó en la Zona Cero, mi paseo por el Pentágono (donde explotó de todo menos un avión de pasajeros, por cierto), las caras de los americanos, el gesto de impotencia de un pueblo que por fin se enteró de lo que era el terrorismo.
América sabe pelear en las guerras, son parte de su historia. Las provoca, las declara, las tolera, las termina, las pierde, pero nunca se había enfrentado a esto. Hasta esa fecha, Estados Unidos sabía luchar contra el enemigo visible no contra un fantasma, por eso dolió tanto.
Han pasado diez años desde aquel viaje. He recuperado en la memoria los sonidos de aquella historia. Aquí podéis escucharlos. Son cuatro minutos, uno por cada cuarto de hora que duró la pesadilla aérea. Supongo que volveré a oírlos como mi padre recuerda los tiros que le pegaron a Kennedy, porque hay sonidos que son para siempre.
lunes, 5 de septiembre de 2011
ESPAÑA ENTERA
Y es que Europa, al final, puede que nos haga afrontar de golpe el gran problema de este país y por el cual tenemos en gran medida la crisis financiera que tenemos: sus autonomías, sus 17 reinos de taifas, su gasto desmesurado a base del "...y yo más". De Pirineos para arriba nos conocen bien y saben cómo funcionamos históricamente. Para estar en el club de los 27 es mejor evitar la trapisonda, la picaresca, el gusto por aparentar y poco producir, algo que quizá se dé también en otras tierras, pero que aquí no nos hace tan competitivos.
Francia, Inglaterra, Alemania... es cierto que nos sacan muchos años de ventaja. Pero no en todo. No en solidaridad, en tolerancia, en simpatía, en generosidad; pero sí en desarrollo, en administración de cuentas y quizá también en respeto por nosotros mismos y por el vecino.
Estamos ante una reforma inopinada, ante la demostración de que cuando los dos grandes quieren, pueden. Incluso reformar una Constitución. Quizá este país necesite una mayoría absoluta fuerte y que dure más de ocho años, sea del partido que sea, pero una mayoría que acabe con los privilegios, con las diferencias, con las especificidades de los que quieren ser diferentes (que al final son todos) y que tanto nos cuesta su diferencia. Me pregunto¿ no sería más rentable, más equilibrado, más social... una España más homogénea económicamente, más entera? Todos, incluso ellos (porque todavía hablamos de ellos y nosotros), saben que sí.
miércoles, 17 de agosto de 2011
DE MADRID AL SUELO
lunes, 4 de julio de 2011
ESCUELA DE CALOR
jueves, 23 de junio de 2011
15-M (III) La antártida electoral
lunes, 6 de junio de 2011
WATCHING IN SILENCE (II): CORE, la ciudad del descanso
City Of Rest (CORE) es un lugar a medio camino entre el infierno de los peores demonios y la luz que se ve al final del túnel, en uno de los países más pobres del mundo. En agosto de 2006, Pep Bonet volvió a la tierra de las minas de diamantes para bajar a los infiernos donde sobreviven los ultrajados por el conflicto. CORE es un proyecto de rehabilitación promovido por la Iglesia de la Liberación en la capital, Freetown, donde tratan tanto a personas mutiladas por los rebeldes como a los niños soldados que aprendieron a matar y ahora aprenden a vivir.
-“Fotografiar City of Rest fue como entrar en un mundo surrealista, en el que nadie, ni yo mismo, estaba seguro de nada. Un lugar de silencio mantenido entre el grito de la locura o el espasmo de la abstinencia. Un purgatorio africano en el que se utiliza la Biblia como terapia y se aplica una receta bien simple: descanso, comida y oración”-, dice Pep.
Los miembros de la Iglesia de la Liberación aseguran que hay pacientes poseídos. Por eso combaten al demonio con la palabra de Dios. Les hacen rezar varias veces al día, comen otras tantas y obligan a los enfermos a descansar. Cada fotografía mantiene la tensión mental que padecen los internos, como si fueran sus ojos los que nos llevan por cada pasillo, por cada celda. El objetivo se centra sin temor allí donde una mano se extienda para coger la nuestra, dejando en segundo plano el castigo de estar detrás de la reja.
Los internos aparecen envueltos en su propia niebla. Puede que la rutina les proporcione un poco de paz pero en sus mentes hay demasiado horror para tan pocos medios. La mayoría de los pacientes son jóvenes de entre 11 y 35 años. Su misión en la vida no va más allá de volver a ser personas con dignidad. Y eso no se consigue fácilmente en Sierra Leona.
-“Allí se pelean entre ellos, unos pasan el día entero en su jergón pronunciando letanías enfermizas o caminan encadenados contando baldosas en el suelo. La mayoría de los internos van medicados hasta las cejas, otros ciertamente mejoran aunque más tarde vuelven a caer. Salen rehabilitados pero fuera encuentran lo de siempre, una vida sin posibilidades, sin dinero y sin el orden que encontraron dentro. Por eso regresan una y otra vez, atrapados por el miedo”- .
La serie de fotografías de City Of Rest, un lugar tan delicado para mostrar la condición humana, acaba siendo un canto a la empatía con los pacientes, un ejemplo solidario entre el que muestra su miseria y quien procura respetarla, evitando el encuadre fácil que esperamos para ofrecer otro que enseña menos pero perdura más.
Idea original y desarrollo, Pep Bonet (World Press Photo y Eugene Smith awarded).
Redacción, Ignacio Jarillo
Más información y adquisición de libro:
http://www.fonart.com/
http://www.pepbonet.com/ (redirigido a web de Noor agency, porfolio global de Pep Bonet y su obra)
WATCHING IN SILENCE (I) : Blind Faith, la fe ciega
En ese centro de atención de invidentes no hay esperanza para ver de nuevo la luz del día pero sí para el consuelo. Con escasos recursos para recuperar el ánimo de los niños a los que el horror arrebató la vista por culpa de las explosiones o las mutilaciones, la escuela abre sus puertas cada día con un coro de voces que invitan a confiar en un futuro de paz. Allí suena la música del piano a diario. Es la luz que les falta en los ojos.
Los niños sonríen ajenos al fotógrafo mientras las yemas de sus dedos aciertan a leer las páginas en un libro escrito en idioma Braille. Son rostros inermes, ajenos a un objeto que les apunta pero que esta vez sólo disparará para grabar en nuestra retina el rostro quebrado de su inocencia. Así es Kinny, para muchos el modelo más universal de Pep Bonet.
La escuela para ciegos de Milton Margai sigue aún hoy en pie. Entre sus oscuras paredes se cuela el brillo del intenso albor que abrasa los rostros de los que nada ven pero todo sienten. Un desafío para el encuadre en el que la luz forma parte de la historia aunque ninguno de ellos pudiera verla. Sin ella no les veríamos igual entre los muros. A pesar de ella, nunca podrán vernos. Ahora usan otra luz, la que llevan dentro para seguir su camino empedrado de tropiezos.
Cada fotografía es aquí una historia completa, un enfoque autónomo que no necesita de las demás para ser comprendida. Pero si se observa en silencio la serie entera resulta una epopeya de personajes heroicos, inéditos, perfectos. Os invito a mirar en silencio.
sábado, 28 de mayo de 2011
15-M, LA RE-EVOLUCIÓN (II)
Cualquiera que esté de acuerdo con su cabeza sabe que estamos en una situación límite, en circunstancias impensables hace muy pocos años y sea cual fuere su ideología política, cualquiera ha dicho hace poco eso de : no me explico cómo este país no explota por algún sitio. Pues ahí lo tienen, ahí lo tenemos. Por eso acamparon en Sol los que más fácil lo tenían, por edad, por energías. No carguemos las tintas contra ellos. Pero todo tiene un límite.
Ahora la acampada ya no provoca buenos sentimientos, ya no tiene el efecto sorpresa, es víctima de ataques justificados, comienza a traer problemas de orden público, perjudica la venta de los comercios y, en mi humilde medida, se somete a juicios críticos como el que escribo. Luego algo falla.
Mis días entre las carpas pasaron rápido, porque me divertí viendo cómo los protestantes se organizaban en foros de debate, desde seguridad, inmigración, política económica, ciudadanía, hasta asambleas sobre la conveniencia o no de dejarnos grabar a los medios lo que decían ¡en la plaza pública!. Había debates y diálogo en cualquier metro cuadrado de esa plaza, bajo la ausente mirada de Carlos III, ajeno a lo que cocía a sus pies el pueblo de Madrid.
Recuerdo a profesores, madres de familia, jubiladas, trabajadores de banca, estudiantes, mendigos y periodistas, todos unidos en un mismo círculo, casi dándose la razón unos a otros hablando de lo mismo: necesitamos el sistema, si, pero quizá haya que cambiarlo bastante. Todo era posible, pero no interminable. Ahora también hay que cambiar el 15-M. ¿Sirve la acampada, tal cual?, ¿perjudica a demasiados?
Lo ocurrido en Barcelona en la Plaza de Cataluña es un aviso para navegantes. La policía se empleó duro para disolver a los manifestantes, pero éstos tampoco se lo pusieron fácil. Quizá haya llegado la hora de hacer otra revolución: la re-evolución. La resistencia pasiva tuvo su momento, ahora el pueblo está más formado, domina las redes sociales y si quisiera podría organizarse y diseñar un plan de protesta con propuesta. No basta con acampar indefinidamente, hay que proponer y convencer a los demás de que hay otra vida política más allá del bipartidismo, donde la democracia real que muchos defienden sea una realidad en las urnas, no sólo una reunión en la plaza del pueblo.
lunes, 23 de mayo de 2011
15-M, BRINDIS AL SOL (I)
miércoles, 13 de abril de 2011
UN LIDER GLOBAL EN EL PSOE
miércoles, 23 de marzo de 2011
Libia vale, pero ¿y Gaza?
Está bien, vale. Todo sea por el pueblo libio y sus ansias de libertad. Todo sea por evitar que sufra una población que soporta desde hace más de cuarenta años el mismo yugo de Gadafi y sus haimas. Todo sea por la democracia, por los derechos humanos, pero... ¿Y Gaza?, ¿y Palestina?
Hace tiempo que no oigo hablar de un proceso de paz que sigue siendo como el cuento de la buena pipa: un juego de palabras que no parece importar a nadie. Y mientras, su población, la más densa del mundo, la que no tiene un árbol bajo el que cobijarse del sol, se pudre sin agua potable, sin alimentos frescos.
Gaza sobrevive al socaire de lo que decidan sus vecinos de Israel dispuestos a matar moscas a cañonazos, si pero hartos del terrorismo histórico que padecen. Esa franja palestina mantiene un hálito de vida a merced de sus propios dirigentes, Hamás y Al Fatah, empeñados en mantener la tensión con Israel, como si su sentido de la vida fuera siempre la guerra, no la paz. Parecen acostumbrados al victimismo y adivino su miedo atroz a afrontar una solución que les dejaría sin identidad de pueblo oprimido. A ellos, a los dirigentes palestinos, su pueblo reclama al menos un acuerdo para acabar con sus luchas intestinas. Eso es lo primero. Después, ya llegará la hora de entenderse con el vecino. Pero mientras, el pueblo se muere en vida.
Porque si sólo ayudamos a los que salen en la tele cada semana, acabaremos mandando sacos de harina, tiendas de campaña y medicinas solo a los concursantes de Gran Hermano.